miércoles, 10 de mayo de 2017

Museo Tumbas Reales del Señor de Sipán
El Museo Tumbas Reales del Señor de Sipán, es un museo arqueológico peruano inaugurado en el año 2002, está ubicado en la ciudad de Lambayeque localizada en el Departamento de Lambayeque. Su diseño arquitectónico se ha inspirado en las antiguas pirámides truncas de la preincaica cultura mochica, (siglo I al VII d. C.). El museo concentra más de dos mil piezas de oro.
El propósito del museo es mostrar la tumba del Señor de Sipán, que fue hallada en 1987 por los arqueólogos peruanos Walter Alva Alva y Luis Chero Zurita. Entre sus piezas se encuentran joyascerámicas y ajuares funerarios.
El hallazgo de las Tumbas Reales del Señor de Sipán marcó un importante hito en la arqueología del continente, porque por primera vez se reveló la magnificencia y 
majestuosidad del único gobernante del antiguo Perú encontrado hasta esa fecha.
Características del museo 
La estructura, en un área techada de 3.156,45 m², tiene tres pisos. El acceso es a través de una rampa de 74.21 metros de largo, tal y como se accedía a los antiguos templos moches. Dicha pendiente conduce al tercer piso. La visita se realiza de arriba hacia abajo reviviendo la experiencia del descubridor del Señor de Sipán. Desde el segundo piso, se observa la réplica exacta de la cámara funeraria del antiguo dignatario moche llamado el Señor de Sipán y saber cómo fue su cultura, sus logros tecnológicos y su pensamiento sobre la muerte, entre otros aspectos.
Descripción 
El Museo Tumbas Reales del Señor de Sipán fue inaugurado en el año 2002. Su diseño arquitectónico está inspirado en las antiguas pirámides truncas de la preincaica cultura mochica. 

El museo cuenta con más de dos mil piezas de oro. Su propósito es mostrar la tumba del Señor de Sipán, hallada en 1987 por los arqueólogos peruanos Walter Alva y Luis Chero. El hallazgo marcó un importante hito en la arqueología peruana, porque por primera vez se reveló la magnificencia y majestuosidad del único gobernante del antiguo Perú encontrado hasta esa fecha.

El edificio tiene una superficie de más de tres mil metros cuadrados, distribuida en tres pisos. Se accede a través de una rampa de más de setenta metros de longitud, tal y como ocurría en los antiguos templos moches. La visita tiene un recorrido descendente.

Desde el segundo piso, se observa la réplica exacta de la cámara funeraria del noble guerrero moche llamado el Señor de Sipán. En esta estructura con reminiscencias prehispánicas el visitante se sumerge en el contexto de la época, a través de objetos, paneles y proyecciones.

El centro del museo contiene la Sala Real Mochica donde se encuentra el Señor de Sipán con su vestimenta de guerrero y pectoral de oro y otras joyas del mismo metal. Alberga la cámara funeraria del antiguo gobernante junto a ocho esqueletos de sus acompañantes, todos con sus respectivas vestimentas originales. En esta sala real mochica, unos treinta maniquíes representan el entorno político. Diez de los cuales han sido articulados, por lo que están en movimiento durante la visita. Es una reconstrucción exacta de lo que fue la magnificencia de la corte real del guerrero moche, representando fielmente lo que fue un séquito mochica. También se pueden ver los ornamentos recuperados del sepulcro, como es el caso del protector coxal de oro, entre otros importantes objetos. 

Las más de 400 joyas del gobernador moche están colocadas en vitrinas blindadas. Para garantizar su conservación, el ambiente es oscuro y sólo hay luz dirigida. Entre las piezas del dignatario mochica destacan estandartes de cobre dorado sobre tela, corona de cobre dorado con símbolos reales, pectorales de conchas, orejeras de oro y turquesas, sonajeras de oro, tocado de algodón y adornos en plumas.

En uno de los pisos se exhiben otras piezas de oro, cobre y sobrios tejidos, entre las cuales se destacan orejeras de oro y turquesa, una imagen felina completa, un pectoral de oro confeccionado con caracoles, varios estandartes, una sonajera de oro con la figura de un degollador y un pectoral de cobre.

Finalmente, se hace referencia a las recuperaciones y la tumba saqueada, donde se presentan ornamentos, joyas y partes de los atuendos recuperados.
Las vitrinas destinadas a la tumba saqueada exponen las piezas de oro y cobre dorado rescatadas por la Policía Nacional del Perú, en febrero de 1987, que marcaron el inicio de la investigación arqueológica y decidieron la intervención de los arqueólogos para salvar del saqueo y destrucción este monumento y el valioso contenido de sus majestuosas Tumbas Reales.
ARQUITECTURA
El edificio del museo fue concebido como una gran pirámide trunca de concreto armado, inspirada en los antiguos santuarios Mochicas. El concepto arquitectónico se basó en la evocación histórica de esta cultura. La estructura volumétrica está basada en prismas, formando una combinación de pirámides truncas y agudas que recuerdan montañas y santuarios. Los prismas del volumen se definen mediante bruñas longitudinales inspiradas también en los paneles verticales y modulares de la típica arquitectura Mochica.

En los cinco espacios culminantes y centrales se colocaron reproducciones de gran formato de los estandartes metálicos descubiertos en las Tumbas Reales de Sipán. El color rojo del edificio está tomado de las antiguas fachadas Mochicas donde también se combina el amarillo ocre de las bruñas. 
Considerando las necesidades de acceso, circulación y secuencia museográfica, el ingreso se realizo por el tercer piso para presentar la exposición de testimonios arqueológicos, de los más recientes a los más antiguos y de los temas generales a los particulares. 

El ingreso al edificio del museo, es a través de una larga rampa en forma de L, de gran armonía en sus 58 m. de extensión, que impone también una suerte de acceso ritual al Museo – Mausoleo y recrea el espíritu de los templos Mochicas. 

El espacio destinado para la visita del museo abarca 2448 m2, distribuidos en tres niveles, dentro de los que se incluye el área de exposición, una sala de proyecciones y tres almacenes interiores climatizados. 

El diseño arquitectónico y el manejo museográfico de los espacios fueron una generosa contribución del arquitecto Celso Prado Pastor, en una permanente coordinación con Walter Alva director del museo.
Prendas 
Las más de 600 joyas del gobernador moche están colocadas en vitrinas blindadas. Para su conservación, el ambiente es oscuro y sólo hay luz dirigida. Entre las piezas del dignatario mochica destacan estandartes de cobre dorado sobre tela, corona de cobre dorado con símbolos reales, pectorales de conchas, orejeras de oro y turquesas, spondylus, sonajeras de oro, tocado de algodón y adornos en plumas.
En uno de los pisos se exhiben otras piezas de oro, cobre y sobrios tejidos, entre las cuales se destacan orejeras de oro y turquesa, una imagen felina completa, un pectoral de oro confeccionado con caracoles, collares de oro con representaciones de maníes, varios estandartes, una sonajera de oro con la figura de un degollador y un pectoral de cobre.
Centro de Cultura 
En el espacio restante del terreno habrá un pabellón que represente todas las culturas del norte del Perú, es decir el gran circuito desde Piura hasta La Libertad pasando por Amazonas y Cajamarca. Más adelante se pretende crear un centro cultural donde se edifique una biblioteca, un jardín botánico con la contribución de los mochicas con sus cultivos alimenticios, industriales y medicinales, un pequeño zoocriadero con fauna típica de la época y finalmente una especie de museo vivo, donde se reconstruirá una pirámide moche y sus barrios artesanales, a fin de que cualquier visitante sienta que puede transportarse a la época de los moches e ingresar al mundo de antaño. En conclusión, lo que se obtendrá es un museo planificado para los próximos 100 años. Para el arqueólogo Walter Alva este monumento cultural es el Museo del siglo XXI.
Visitas Turísticas 
El museo puede recibir 300 visitantes por hora. Está abierto diez horas diarias, de martes a domingo.



El Monasterio Santa Catalina

Monasterio Santa Catalina 


El Monasterio de Monjas Privado de la Orden de Santa Catalina de Siena –nombre original– fue construido en un terreno de alrededor de 20 mil metros cuadrados para albergar a las hijas de las familias más distinguidas de Arequipa .Fue un convento de clausura absoluta hasta 1970, cuando las monjas deciden vivir en comunidad y dejar sus claustros para que sean visitados por los turistas.

El convento de Santa Catalina es una pequeña ciudadela construida en barro y sillar con magníficas pinturas al fresco que ocupan un área de 20 mil metros cuadrados y se divide en cuatro barrios, tratando de emular la distribución urbana arequipeña de los primeros años de la Colonia.
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Ubicacion: 

La ciudad se encuentra localizada a una altitud 2.328 msnm, la parte más baja de la ciudad se encuentra a una altitud de 2.041 msnm en el Huayco, Uchumayo y la más alta se localiza a los 2.810 msnma atravesado por el río Chili de norte a suroeste que su paso forma un valle.

El emplazamiento sobre el valle juega un rol importante; el valle de Arequipa, protegido al norte y al este por la faja cordillerana andina y hacia el sur y oeste por las cadenas bajas de cerros. El valle juega un papel determinante,el valle de Arequipa abierto a la costa y a la sierra conforma a junto con su condición de oasis entre el desierto arenoso y la puna serrana una opción intermedia y razonable de articulación de los sistemas de comunicación y desarrollo propio, la ubicación actual misma que permite articular de manera estratégica la costa y la sierra (siendo una ciudad en medio de ambas regiones) es producto del traslado del nucleo inicial situado en Camaná al ofrecer la actual ubicación calidades de un asentamientos confiable (mano de obra, condiciones climática adecuadas, ubicación estratégica)
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Fundación:El Virrey Francisco Toledo, durante su visita a Arequipa, fue informado por el Cabildo, sobre su deseo de años atrás, de fundar un monasterio de monjas. Ello lo motivó a otorgar las licencias necesarias para la fundación del “Monasterio de Monjas Privado de la Orden de Santa Catalina de Siena”. Y gracias a la donación de los bienes de doña María de Guzmán, viuda de don Diego Hernández de Mendoza. Ella fue la primera priora del monasterio, cargo que ejerció durante los seis primeros años de funcionamiento. Su construcción se llevó a cabo rápidamente y en 1579 se declaró como inaugurada. 

El domingo 2 de octubre de 1580, se celebra una misa mayor en la ciudad y Doña María, reconocida como fundadora, toma formalmente los hábitos. Las mujeres que ingresaron como monjas al Monasterio fueron criollas, mestizas y hasta hijas de curacas. Recién en 1964 ingresaron las primeras monjas españolas. La historia también cuenta del ingreso de “monjas pobres” y damas de la ciudad, que sin abrazar la vida religiosa, ingresaban al Monasterio para ejercitar sus virtudes.

Durante casi dos siglos, en la época virreynal, los claustros y celdas del monasterio de Santa Catalina, han sufrido modificaciones, agregados y nuevas construcciones, que lo han convertido en un verdadero muestrario de la arquitectura colonial de Arequipa.
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Arquitectura: Su estilo arquitectónico se basa en la influencia española, pero hecho con manos indígenas. Por ello, a diferencia de otras construcciones públicas coloniales, en Santa Catalina podemos encontrar la fusión de elementos españoles e indígenas, formándose algo original.

Los continuos terremotos que afectaron a Arequipa desde 1582, destruyeron las primitivas construcciones y también las propiedades de los familiares de las monjas catalinas. Esta fue la causa y origen de la ciudadela existente en el Monasterio de Santa Catalina de Siena de Arequipa. Los familiares de las religiosas optaron por hacer construir celdas privadas para éstas, toda vez que el dormitorio común estaba dañado o era muy pequeño para el número cada día creciente de religiosas.
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Los continuos terremotos que afectaron a Arequipa desde 1582, destruyeron las primitivas construcciones y también las propiedades de los familiares de las monjas catalinas, sobre las que se había impuesto los censos que garantizaban la economía futura del monasterio y su supervivencia. Esta fue la causa y origen de la ciudadela existente en el Monasterio de Santa Catalina de Siena de Arequipa. Los familiares de las religiosas optaron por hacer construir celdas privadas para éstas, toda vez que el dormitorio común estaba dañado o era muy pequeño para el número cada día creciente de religiosas.
Durante casi dos siglos, en la época virreinal, los claustros y celdas del monasterio de Santa Catalina, han sufrido modificaciones, agregados y nuevas construcciones, que lo han convertido en un verdadero muestrario de la arquitectura colonial de Arequipa.
Portada del Monasterio
La portada de ingreso está adornada con un relieve de Santa Catalina de Siena, bajo cuyo patrocinio se fundó el convento. Está labrado en el sólido muro de sillar que bordea toda la manzana. La sobria sencillez de formas y color de esta portada, contrasta con el alegre colorido que el visitante encontrará en los ambientes interiores.
Claustro los Naranjos
Data de 1738. Debe su nombre a la presencia de árboles de naranjo. Las tres cruces ubicadas en medio del claustro forman parte de una tradición del Monasterio de Santa Catalina, donde las religiosas representan la Pasión de Cristo todos los Viernes Santo.
Patio el Silencio
Era el lugar donde las monjas se reunían a rezar el Santo Rosario y leer la biblia en completo silencio.
Claustro Mayor
Construido entre 1715 y 1723, es el claustro más grande del Monasterio, al costado izquierdo se encuentran 5 confesionarios que contaban con la privacidad requerida. Alrededor se ubican pinturas destinadas a la preparación, enseñanza y catequización de religiosas, al igual que en los otros dos claustros. Hay un total de 32 cuadros, 23 hacen referencia a la vida de María y 9 a la vida pública de Jesús.
Cocina
Esta cocina llama mucho la atención por la particularidad de su ambiente que nos remonta siglos atrás. Algunos expertos creen que su techo tan alto y de cúpula se debía a que fue o iba a ser destinado a una capilla. La cocina funcionaba con carbónleña y otros combustibles, por eso todas las paredes se ven tiznadas y los utensilios que en ella se aprecian son originales de esa época.
Lavandería
Fue construida en 1770, cuando Arequipa se abastecía de agua mediante acequias, en ella encontramos 20 medias tinajas, que son grandes recipientes de barro, usados antiguamente para almacenar granos, maíz o vino, que servían de bateas. El agua corría por un canal central, que se desviaba a cada tinaja colocando una piedra y en el fondo de la batea ponían un tapón, que luego de lavar quitaban y el agua corría hacia el canal subterráneo que llevaba los desechos al río.
Torre del Campanario
La distinguida torre que luce el Monasterio de Santa Catalina fue construido en 1748 siendo Presidenta del Consejo, la supriora Sor Catalina de San José Barreda y Obispo Juan Bravo de Rivero.Su campanario tiene cuatro campanas dispuestas con frente a las calles que rodean el monasterio: Con frente a la calle Santa Catalina (al este) una antigua campana sin ninguna inscripción. Con frente a la calle Ugarte (al sur) está la campana más antigua con la inscripción “Santa Catalina Ora Pronobis ,1749”. Con frente a la calle Bolívar (al oeste) existe la campana con la inscripción “R.M. María de Villegas, 1787”
Iglesia
Bella y antigua iglesia de larga nave y de cúpula de media naranja, que tiene una construcción de planta básica de 1660 aproximadamente. Debido a diversos terremotos que sacudieron la ciudad de Arequipa desde la época de la colonia, ha sido reconstruida varias veces respetando su original diseño. Su altar principal es de plata repujada que representa un trabajo muy esmerado, con bellos y delicados motivos religiosos, de los antiguos artesanos a los que se les encomendó la obra. En la misma encontramos interesantes habitáculos para los confesores de las religiosas que se encontraban en clausura. Asimismo, se aprecia un bello altar dedicado a la Beata Sor Ana de los Ángeles Monteagudo. Existe una gran reja de metal entre la iglesia y el coro bajo, que es donde se ubicaban y lo siguen haciendo las religiosas para la celebración de la sagrada misa, para separar la clausura del mundo exterior. En la parte superior se encuentra el coro alto donde hay un grande y antiguo órgano europeo de muy bella manufactura.
El Convento de Santa Catalina, se envolvió en un velo de misterio y silencio hasta 1970 en que una parte grande del convento abrió sus puertas para el público. Las religiosas permitieron que una empresa privada lo administrara. Todavía viven monjas en el área norte del complejo.
En gran parte fue restaurado para poder lograr un mejor atractivo del público, conservando su planta y características originales. Las pequeñas calles y claustros están llenas de flores coloridas y las paredes son pintadas en tintes frescos. Los callejones estrechos llevan a las diversas partes del convento que atraviesan por sitios pintorescos y sitios de estar y dormir con los muebles originales..
Al interior se puede apreciar el claustro de la beata Sor Ana de los Ángeles Monteagudo la cual fue beatificada en la visita de Juan Pablo II en 1985 debido a su ejemplar vida conventual y a la atribución de algunos milagros. Uno de ellos aprobado por la Iglesia, fue una curación de un cáncer uterino verificado en el primer tercio del siglo pasado. La favorecida, doña María Vera de Jarrín, vivió más treinta años después del prodigio.
Es la figura más significativa del convento. Beata arequipeña que vivió entre 1603 y 1686. Desde los tres años de edad fue educada por las monjas y regresó contraponiendo el deseo de sus padres de verla casada. En 1648 fue elegida priora y falleció el 10 de enero de 1686. Fue beatificada el 2 de febrero de 1985 por el Papa Juan Pablo II.

Conoce a las 13 monjas que edificaron la historia del Monasterio de Santa Catalina








¿Cómo Llegar?
El Monasterio de Santa Catalina se encuentra ubicado cerca de la Plaza de Armas, por la rama izquierda de la avenida que va junto a la Basílica de Arequipa. El precio de la entrada es de 30 soles, con la compañía de una guía o, si gusta, puede optar por hacerlo por su cuenta, aunque en este caso se perdería toda la explicación y los curiosos detalles que se encierran tras estas inmensas paredes de sillar.

Atienden todos los días del año a excepción de Navidad, Año Nuevo y Viernes Santo.Horario regular: de 9:00 a.m. a 5:00 p.m.

Temporada alta: Lunes, miércoles, viernes, sábado y domingo de 8:00 a.m. a 5:00 p.m. y, martes y jueves: de 8:00 a.m. a 8:00 p.m. Precios especiales para niños y jubilados.